lunes, febrero 14, 2005

Campaña Yo aborté: tapa en Rosario/12 de hoy

Para: RIMA - Red Informativa de Mujeres de Argentina
Fuente: Rosario/12, Rosario, Santa Fe, Argentina
Fecha: 14 de febrero de 2005

RIMA canaliza "Yo aborté", testimonios por la despenalización

Una campaña en primera persona
La iniciativa surgió de una integrante de la lista de correo electrónico. Cualquiera puede adherir desde la web.

Por Sonia Tessa

"Yo aborté clandestinamente, que es la única manera de hacerlo en la Argentina", empieza Andrea D'Atri uno de los 25 testimonios de la campaña "Yo aborté", recién lanzada a través de la Red Informativa de Mujeres en la Argentina, una lista de correo electrónico coordinada desde Rosario que integran 870 mujeres de todo el país, y también del extranjero. En pocos días, 25 mujeres ya se animaron a ponerle el cuerpo ?y su propia experiencia? a la lucha por la despenalización del aborto, y todo indica que serán muchas más. La idea surgió después de la visita de Rebecca Gomperts, la médica de la Fundación Mujeres sobre las Olas, que estuvo en diciembre en Buenos Aires. "No nos pueden meter presas a todas", afirmó la activista internacional. Entonces, una de las colisteras, Gabriela Adelstein, fue la primera en poner su testimonio a circular, junto a la propuesta. Enseguida prendió, y desde el lunes pasado la campaña está activa en la página www.rimaweb.com.ar. La campaña no convoca sólo a las mujeres que integran esta lista de correo, sino a cualquiera que quiera brindar su testimonio, o un acompañamiento (que se consignan aparte) en la página web. Cada día se suman relatos y testimonios.

Las coordinadoras de Rima, Gabriela de Cicco e Irene Ocampo, dan cuenta de la vitalidad de la lista de correo electrónico: "Una vez más RIMA nos sorprende con su capacidad de autogenerar acciones militantes, que creen en el logro de cambios. Inspiradas por el antecedente francés y por la reciente visita de la Doctora Rebecca Gomperts, un grupo de colisteras nos ofrece su testimonio. La idea es que esta campaña continúe tanto desde la lista como desde este sitio web".

El antecedente francés es el manifiesto "Yo aborté", una bisagra en la lucha por los derechos sexuales y reproductivos, firmado en Francia, en 1973, por 343 mujeres que daban a luz la realidad del aborto clandestino. Pero el tiempo ha pasado, y hoy las cifras son conocidas, las difunde incluso el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García. Todos los años mueren entre 300 y 500 mujeres en la Argentina por abortos clandestinos. En el mismo lapso, se realizan por lo menos 500.000 al año, aunque algunos especialistas hablan de un millón. Pero hasta allí, se trata de cifras. Nada más. La iniciativa surgida en Rima va un paso más allá. Le da carnadura a esos números, aunque haya miles de mujeres que no podrán testimoniar, porque ya no están. "Queremos que sea un grano de arena más en el campo del debate y de poder hacer visible el lado más desdibujado cuando se habla del aborto clandestino y la despenalización de la mujer. El poder de los testimonios da otra dimensión de la realidad", afirmó Ocampo sobre el salto cualitativo que significa esta campaña.

Es cierto que en 1999, cuando Zulema Yoma contó que había abortado, la revista Tres Puntos convocó a algunas intelectuales que hicieron públicos sus testimonios. Ahora, la fuerza es colectiva: ya se subieron 25 testimonios propios, y otros cinco de mujeres que acompañaron a hermanas, o amigas, a hacerlo. La convocatoria moviliza. Las coordinadoras reciben todos los días nuevos relatos, y el viernes pasado recibieron el primero de una persona que no pertenece a la lista. "Estas mujeres están contando desde las entrañas, desde el sufrimiento. Por ahí lo han compartido con alguna compañera de laburo, vecina, amiga, pero ahora, lo hacen público. Conjuran la clandestinidad, desde el movimiento que significa escribir", De Cicco.

Esa conjura aparece en muchos de los testimonios. "A pesar de lo convencida que estoy de mi decisión y de que las mujeres tenemos derecho a decidir cuándo y cómo tener un hijo, no hablo muy fácilmente de mi aborto. Muy pocas personas lo saben pero creo que esta es una buena oportunidad para que lo sepan muchas/os más", dice Sonia Santoro, de Buenos Aires.

El testimonio de Marta Sagadín, de Córdoba, es estremecedor. "En cuatro oportunidades aborté. Las grandes dificultades económicas me llevaron a que uno de los abortos lo hiciera sin anestesia (en esa forma lo cobraban menos de la mitad). Mi dolor era la clandestinidad", refiere. La misma Sagadín cuenta que durante un breve período de los años 70, en Córdoba se instalaron los primeros centros de planificación familiar, y recién entonces, con 32 años, pudo elegir el mejor método anticonceptivo.

Para todas, contar que abortaron es difícil, por la sanción social que representa. Si lo asumen públicamente es para dar un paso adelante por sus derechos, y también porque están convencidas de que ya es hora de ejercerlo sin correr riesgo de ir a la cárcel.
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"Hemos dado un salto"

Dora Codelesky es una de las pioneras en la reivindicación del derecho al aborto en la Argentina. Fue fundadora de distintas agrupaciones que dieron pelea. Para ella, la campaña "Yo aborté", impulsada desde la lista de correo electrónico y página web RIMA significa "un gran salto". Lo dice en su testimonio: "Hemos dado un gran salto. Recuerdo las 343 "salopes" como les llamaba la derecha a las 343 mujeres que firmaron un documento en Francia "Yo aborte"y que fué el anticipo de la lucha por la ley. Entonces no existía el correo eléctronico, se firmó un manifiesto que aunque importante tenía las características de algo realizado en común. Hoy los textos testimonios -una de las ventajas del correo elecronico- tienen la fuerza de aquéllo a lo que hemos llegamos las mujeres y al hecho de haber derribado muchos escollos, no es solamente las ventajas de la técnica actual, estos mismos testimonios no se hubieran podido escribir hace treinta años, ni siquiera en Francia. ¿Qué está detras?. Está el avance cultural de la sociedad, de toda la sociedad, sin distinciones, aunque con contradicciones."
Codelesky considera: "esta lista de Yo aborté es la mejor compensación a tanta lucha, hemos sacado la careta de la hipocresía, nos hemos mostrado con toda nuestra fuerza, dejemos las limitadas expresiones, que siempre habrá, miremos el nivel más alto, el de la franqueza, el de la solidaridad, que dará sus frutos tarde o temprano".

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